Esta noche me levanto en herbácea revolución.
Esta noche lo afirmo, sin problemas:
Ese terror no es mío
aunque hacia mí siempre se dirija.
Revuelta
un nombre para la patria
y una patria para los sentidos:
En cada corazón que me importa
siempre resuena ese estallido
terrorismo vulgar
mareo insípido para justificar la no-historia:
Carajo, ¿qué nadie entiende que no me importa?
Hemingway tiene muchos años de muerto
yo no, yo estoy vivo
yo respiro y espero con dulzura retacarme de quien pueda:
Ya no quiero pavor o impaciencia
ya me enferman el pánico y la precaución.
En días como este
sólo espero algún aroma
o algún segundo
Mientras luego desespero
tejido o alado
cruz o mansedumbre
a que me besen y me callen
los inmundos
los guardados.
Y que vivir se manifieste en otra parte
y que esa parte nos describa y nos retenga
para después ser retenidos
pero juntos.
Sosiegos los mancebos
eternos los profundos.
Deja tu pánico en la puerta
y descuartízame este mundo.
Estoy cansado de esperar.
Pues de esperar
ya me confundo.
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1 comentario:
Rasgas el velo del terror y te desanudas las piernas. Corres a la caza de besos y versos, te llenas de vida, te ves a lo lejos, ya casi te alcanzas...
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