sábado, noviembre 17, 2007

La santa paz.

¿qué bien, no?
¿qué bonito se siente, no creen?

Cuando las sierpes hierven y van de vuelta
tranquilitas y disciplinadas
calladitas, sin saber decir nada:

Derechito hasta el herpentario.

(serpentario, cagadero: da lo mismo el nombre)


¿Qué bonito, no?
¿Qué bien se siente, no creen?


El mundo deja de hacer ruido

y las sangijuelitas todas toman su lugar.

Hasta parece canción de Cri-cri.


Ufff.
Qué enorme enormísimo cachito de placer.

Y no nomás para ellas (las sanguijuelitas): Y mejor aclárenselo:

Para todos.
Ay, los cachitos de bienestar,
ay, los pedacitos de amor,
qué más da.

Todo va tranquilo mientras
alguien más
le cuenta y le sigue contando
ese "Pedro y el Lobo" tan cabrón
y que tanto le duele al (supuesto) hijo del
gran padrote.

Don Padrotón, (ay, que lindo él, jaja).


Y él,
que va de chulo por la vida,
no tiene más que decir:

Un par de disculpitas retardadas.
Un mucho cacho de silencio bien otorgador.

Gracias, pusilánime:

Tu supuesta civilidad me hizo la semana.



Gracias.
De verdad:
Escribes tan bien como mierdero resultas.
Aunque no sea tu culpa.

Tu sigue hablando de "los perros, los perros".
Y de paso cuéntanos sobre los alfileres
y sus mutuas dialécticas.


Lástima. Así es la vida.

Bukowski seguro era puto. Y Kerouak un pendejo más.
También Tom Waits y los demás.
Nadie pa tu altura ¿recuerdas?

Claro. Lo recuerdas bien.

Y por eso entrenaste a tu ejército de hormiguitas verdes.

¡Qué lindas! ¡Qué fuertes!


Padrotín de mi vida: Ojalá te duren.

Mientras, se acurrucan. (¡Qué lindo!)


¿Qué más se puede hacer?


Nadita de nada.

Ahí van todos a joderse.


Al cabo su destino se sigue nombrando muy lejos de aquí.
Y por más que le aplaudan, él sabe bien hasta dónde le alcanza.
Hasta los párpados de su hijo:
el más olvidado.

Que le dé:
Un poquito más.

Apenitas más allá.
Tantito.


Ay, padrotito, chulito:

Síguenos divirtiendo.


Ándale.
Al cabo para eso estás, y no te alcanza pa ninguna otra cosa.

Y cuando nos canses,
pues nomás te cambiamos.

Mientras,
acá te esperamos tranquilos.
A ti, y a tu sanguijuelita.
A quien sea.
Da igual la mierda si sabe a mierda (¿no crees?)



Y las que vengan, m'ijo.


Tamos listos. A diferencia de ti.


Acá nos asimos a nuestros huevos.

(Y no lloriqueamos por nuestros hijos que no nos importan)

¡Qué diferencia! ¿No crees?

Jeje.

Cinismo. Bendito tesoro.





Ya lo quisieras para un rato.
Agasájate.



Mientras puedas.

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