El día ha llegado a mis ojos
El día que muere es una lluvia dorada
El día es tierno como el agua. Como el amor que nace.
El día es delgado y dulce. El día es el amor.
El día es una espada. Una rosa caliente.
El día me dijo: Buenos días. Y amé al día.
El día estaba en tus ojos de fino oriente.
El día eran tus ojos oscuros. Tu clara sonrisa.
El día quiso decirme adiós. Y no me dijo nada.
El día y tú habían llegado a mis ojos.
El día eras tú. Tú eras el Buenos días. Y el Adiós.
El día. Siempre el día. Es decir, siempre tú.
El cocodrilo, again.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Este es de Huerta, no mío
Publicar un comentario