Tengo otro blog. Tengo otro nombre. Tengo otras caras y otras ganas. Otros días pienso otras cosas y las escribo allí. Prosa violenta y muchas veces mentirosa. Imágenes de lo soy, paradigmas de lo que no soy ni quiero ser y viceversa.
Pero hay veces que me levanto dulce. Con un dulzor terrorífico, me da miedo tanta mermelada. Tanta tolerancia no puede caber en mi personaje. Entonces me escondo. Me vuelvo niño y me quedo quieto, bajo las cobijas, aterrado de que todo me guste, o de que el disgusto me sepa rico. Me da más miedo la luz que la oscuridad. Me doy más miedo cuando construyo que cuando cago y salpico el mundo con mi arbitrariedad y mi arrogancia cómoda y feliz.
Por eso es que he creado este pequeño espacio de desahogo. "My happy place"-- donde pueda vomitar la mucha mermelada que algunos días me asfixia -- Sin pena, sin pretensiones, sin querer hacer literatura. Solamente un lugar para ser cursi y andar encuerado, sin pudor. Lo siento por mis víctimas. Lo siento también por quienes acaben leyendo. La cura a esta melcocha la encontrarán en mi alter-blog, mismo que no mencionaré aquí, pero que seguro lo conocerán quienes lleguen.
Bienvenida la jalea.
domingo, abril 24, 2005
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