viernes, abril 07, 2006

La poda

He vuelto al café
amiga mía
su abrazo ya es definitivo

Escucho a kilómetros y a millas
como cantan las cafeteras revoltosas
y como mastica el agua
gotita sin tiempo que pasea
mientras enchina la piel a los arbustos
y las golondrinas

He vuelto al café y a tus ojos desteñidos
volví, cigarra
volví, oruga
volví sin mayores tragedias
cuando nadie lo creía
y cuando todo
todo
todo
dejó de ser
mío

pluviales mis huaraches
amiga alondra
amiga siesta:
el café y el retorno son campos de riego
riego por goteo
oro y jazmines respiran sus espigas averiadas
se les baña con frío y con pliegos y pliegos de herrumbre
y con nueces de lumbre y con hastío
y con sosiego
planta por planta y verso por verso:
irremediable
amiga flor amiga martes amiga ola y estallido
es furioso y es cobarde y es otra estampida de latidos
pero yace
solemne y atorrante

tronco perla
tallo nube y apellido
junto al café o dentro o fuera o montado en un silbido
es él -amiga hoy amiga piedra
perpetua
amiga vestigio-
es tuyo siendo mío pero qué importa
bebamos nomás

en calma

sorbo tenue y mirada presagio

y otra vez (tranquila tú, que así se arrullan que así se mecen y así se duermen los torbellinos)

Luego a mirar:
Por allá anda
en rara danza
lo veo
(es mi corazón sin mordaza que retoza y se columpia
junto a los niños del trigo, junto a los muertos
junto a los vivos
y reposa
rebasa
se queda atrás
sin más
impúdico va y vive un tiempo de pétalos solaces
y tranquilos)

Junto al café descansamos mi corazón y yo
de vuelta también -todos-
amiga ráuda amiga trino
amiga soga amiga fuerza amiga asfixia de asesinos
Estamos aquí
junto con él y conmigo
y claro
aquí nos bebemos todos en pausa
todos contigo

Otro sorbo se acerca.

Silencio, te digo.

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