lunes, mayo 16, 2005

Otro poema ya viejito.

Dualidades arrumbadas (sin rumbo)

“Escribo poemas

para que descubras

que no soy el mismo

que escribe poemas”

Ivan Tubau

Hacer poesía es facultad de todos

Solo debe decirse sencillamente lo que todos piensan

Digamos:

“Aquella mujer conoce el ángulo perfecto

en el cual inclinar la cabeza

Y ser y sentirse saboreada por ello”

Todos sonríen ante la evidencia irrefutable

Aquel, el más ebrio de la noche

duda entre huir y mear

o seguir vociferando risotadas de esas

que babean miedo de tan ciertas.

(Él conoce a la mujer y ella lo mira sólo a él esta noche

inclinando su cabeza

- en ese mismo ángulo inocente y criminal -

y abusa orgullosamente de su paciente y hermosa ofensiva)

Así es como poesiando se entiende la gente.

Y a veces, hasta de verdad se desea.

Poetizando no.

Si poetizamos estiramos dedos que no nos pertenecen

Rasgamos sin fruto verdadero

los frondosos abrigos de lo “sublime”

Cuando poesiando nos llueven inocentes las palabras

lo sublime se desnuda deseante y apresurado

y lanza hasta el mismo fondo del abismo

todos esos viejos, conocidos y discursivos abrigos.

Claudica sus ropas

Y sus prestadas pieles sintéticas

nos abraza

nos murmura palabras

nos sopla su arena, impúdica, desparpajada, cuasiputa

y rueda

y rueda

y rueda

acariciándonos los dientes

y brota impune, diciéndose solita

Abeja iracunda y sin control,

sin ninguna antigua necesidad de poseerse a sí misma

ni de ser poseída

ni de entenderse para luego pintar como es el añorar que vuelva

Poesiar es volar como arena

que no sabe ser nostalgia.

Poetizar es creer que la imagen se vende y se compra en toneladas.

Poesiar es sonrisa

que si quiere ser deseada es solo en el presente

y que normalmente lo es

sin venderse

sin saberse ni pretender ser sabia.

Simple arena, perdida en el fondo de pozos cansados

y que imploran ser reclamados por los exploradores.

Y que, desconocidos e impertinentes,

No temen ser los dolores más gruesos de cien

o cien mil cuellos hambrientos

Poesiar es hablar normalmente.

Hablar gruñendo ganas de ser trémulo

Canción

Palabra paladeada, gozada,

y olvidada luego.

Cuando poesiamos damos nombre a los vestidos

entonamos cantos simples y hermosos

y orgullosos

de sus nudos o de sus lianas interminables.

Poesiando damos brazos a quien no los tiene,

(Y hasta a veces nos descubrimos a nosotros mismos

desmembrados y nos favorecemos)

Luego entendemos que

para arrancarlos sin piedad

o para saber saborear el miedo desde sus afueras

basta un mero tirón de arrogancia

Poetizando

en cambio

Probamos sabores que no conocemos-conoceremos-no existen

Ni existirán en los sueños más sagrados de las vacas de Calcuta

Repetimos graznidos de garzas puristas

aves dignas de cualquier aumento en el presupuesto.

Poesiando todo existe porque

sin ser ciertamente cierto

sabe casi casi igual.

Poesiando todo sabe como el agua

Insípida, incolora, inerte:

Sabe al agua que siempre sabe a todo lo antes y todo lo después

(y que hoy quizá sabe a piernas guapas y sudorosas,

o quizás a esperas demasiado largas sobre banquitas herrumbrosas

diosas de un viejo parque

sentadas y quietecitas

esperando que alguien acepte ser poesía)

Poesiando el beso sabe a seis mil besos

que se sobreponen a cualquier sed.

Qué más da poetizar

Meter nuestras literarias

Y torpes agujas

dentro de esas madejas de hilo incomprensible.

De qué vale cruzar soberanamente y mil veces

Nuestras ansias soberbias

ahogadas en su longo y frugal entendimiento

si el tejido telaraña-coartada

no acaricia ni la piel de un niño

o estremece al menos una boba nube.

Si no arrancan una cualquier mirada

que pide ser vista.

Qué más da saber o inventar todas las palabras

si nadie es besado gracias

o a pesar de ese arrogante sortilegio.

O si nadie bebe del licor enterrado

O si la embriaguez que todos cosechamos

en la piel de los amantes

no termina siendo causa ni destino.

Qué cruel sería conocer siempre una respuesta

a cualquier idiota adivinanza

o al mayor de los misterios

Qué cruel sería masticar todas las uvas

si al tragar no emergiera el placer de un sabor violento

Qué inútil resultaría nuestra garganta

Si reclamara histérica un deber sentirse llena

o si falta le hiciera un nombre

para cada sabor o para cada silencio.

Bebamos, colega

sea el beber aunque algún día lleguen

todos esos nombres desechables.

Bebamos mientras cualquier cuello inocente

ejercitando una torsión muerta, en busca del deseo

no nos arranque más la paz

y podamos seguir

bebiendo sin espera

el momento que prosigue.

Salud.

2 comentarios:

Hector dijo...

Poesiando, como poesias tu, se desciende por el agujero de conejo a el Pais de las Maravillas, donde un gato desaparece a sonrisas y unos naipes te rodean a jugar cricket con la Reina de Corazones.

Poesiando las cervezas saben mejor, la barra se convierte en una mesa redonda y las noches se hacen cortas.

Salud pues.

Anónimo dijo...

puedo seguir juntando arbitrariamente palabras con olores formas y ritmos tan sencillo como decir ovillo de luna tus hijos vienen a mamar la herida decir cuchara de plata están los dioses jugando dedos azules de cebada en el ombligo cariado donde yo sólo bebo decir la miel de las montañas/ mayo deja de llover/ tengo un animal llorando en la cocina... bla bla bla puedo ser el mejor de los poetas/ puedo hacerlo conozco las palabras y las entrañas de los sentimientos porejemplo ciudad que se distrae y desteje los raíles del tranvía me llevan siempre a camas distintas/ También decir que las nubes se descuelgan juguetonas de las risas de los niños nieva y los cocodrilos se revuelven buscando boca y oficio

Tengo los sonidos tengo las palabras tengo el lugar adecuado y tengo la dosis exacta (este dios no consulta sus calendarios)

Digo:

sueño de trigo
las cucharas del cocodrilo
el dios de la mostaza
la bombilla del lunes y su nieve de polillas
costumbre de tu sexo rumiando calacas
boca que arrastra mi boca
y me llena de Hernández
nochedumbre
lentitud de esquinas
un toro en la botella del cortejo
cangrejos con los dientes de almidón
mi alma escribe tu lilithnombre
poema que se muerde el intestino delgado...
bla bla bla